.el concepto de turismo

.el turismo es una actividad humana que expresa una practica social colectiva generadora de una actividad económica [Rodríguez, 1996]. La Organización Mundial del Turismo de las Naciones Unidas definen este concepto como “las actividades que realzan las personas (turistas) durante sus viajes y estancias en lugares distintos al de su entorno habitual, por un periodo de tiempo consecutivo inferior a un año, con fines de ocio, por negocios y otros motivos”.

Esta actividad es una forma distinta del uso del suelo la cual, al igual que toda actividad humana, modifica el territorio y por ende al paisaje. Al ser el territorio el espacio de interacción del medio físico en el que se desarrolla el hombre en todos sus ámbitos, es el elemento base en la configuración del fenómeno turístico.

A pesar que el turismo puede ser considerado como una actividad antigua, fue recién después de la Segunda Guerra Mundial cuando se inicia el estudio científico y metodológico de este campo, el turismo moderno, o como actualmente lo conocemos, empieza a desarrollarse con mayor fuerza con la construcción de ferrocarriles, los cuales revolucionan la circulación y los flujos de viajeros.

En general, el turismo o la actividad turística se define por la presencia e interacción de distintos elementos como:

(a) Conjunto de turistas.

(b) Fenómenos y relaciones que la masa turística produce a consecuencia de sus viajes.

(c) Todo el equipo receptor (hoteles, agencias de viajes, transportes,...).

(d) Efectos negativos o positivos que se producen en las poblaciones receptoras y las limítrofes con estas.

[Fdez. Fuster, 1985:26-7]

Las relaciones que la masa turística produce a consecuencia de sus viajes en los territorios receptores, poseen diversos efectos, positivos como negativos, como lo son el deterioro del paisaje, su contaminación, etc. O los beneficios económicos y oportunidades de trabajo que esta actividad genera para la población habitante de estos territorios receptores, pero uno de los impactos negativos, menos cuantitativos o visibles , que traen estas relaciones (turista-territorio) son las alteraciones culturales y de idiosincrasia que sufren estos lugares, dado a la invasiva interacción que se genera con los flujos de turistas, además de los esfuerzos que los pobladores realizan para acomodar los lugares y el equipo receptor a los gustos y peticiones que podrían y poseen los turistas con el fin de atraer mas y mas turistas, para el beneficio económico del lugar, lo que claramente, genera una dicotomía tanto en la cultura como en la forma de abordar esta problemática, ya que es necesario mantener la idiosincrasia propia de los lugares sin afectar a la oferta turística que estos territorios pueden entregar. Es por ello que es necesario generar políticas que intervengan y ayuden a mitigar la creciente erosión cultural a la que estas localidades se ven tan propensas.

En resumen el turismo nace como respuesta a las necesidades de ocio, de descanso, incluso de curiosidad por conocer nuevos lugares, lo que conlleva a que los espacios donde se desarrolle esta actividad, se transformen (positiva o negativamente), generando cambios no solo a nivel territorial, sino también, a nivel cultural. Los constantes flujos de migraciones que provoca el desarrollo de la actividad turista provocan un cambio en la idiosincrasia de los pobladores de los distintos destinos turísticos, comercializando y transformado la cultura propia del lugar. Pese a esto la actividad turística y el turismo propiamente tal se puede considerar como un factor o un impulsor de desarrollo, dado a las actividades económicas que se generan a raíz de esta actividad.